Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes solo necesitan saber a dónde van. José Ingenieros

viernes, junio 08, 2007

Después del domingo


El rotundo triunfo de Mauricio Macri en las elecciones a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires abren una luz de esperanza respecto al surgimiento de una fuerza de oposición desligada del peronismo que permita reencauzar la vida política argentina hacia la racionalidad, la civilización y la paz.



La dimensión de la victoria de Mauricio Macri en las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires dejó con la boca abierta a más de uno. Ningún encuestador lo colocaba con comodidad por arriba del 40% de los votos y a todos les costaba pronosticarle una diferencia mayor a 10 puntos sobre el segundo, cualquiera fuese éste.



A juzgar por los resultados, la decisión de la ciudad es clara: Buenos Aires quiere un gobierno racional, operativo, cercano al concepto de “gerencia” y alejado de las ideologías. El fracaso monumental de la izquierda –en todas sus formas– en el distrito que siempre le resultó más simpático es sintomático, aunque, claro está, los muchachos “progresistas” jamás acusan recibo de los bofetazos de la gente.



Para Macri, su triunfo por más de 20 puntos es un indudable espaldarazo político. Le costó cuatro años ablandar ese núcleo rancio de tilinguería porteña que se la da de intelectual y que desdeña lo práctico, como si fuera algo de segundo orden.



Sin embargo, tanta inacción, tanto deterioro y tanta falta de atención a los problemas reales de la ciudad terminaron, finalmente, por perforar ese piso hecho de concreto y con bastante mezcla de envidia y resentimiento



La de la ayer fue una elección “nacionalizada” antes de que suceda, pero parecería que no tiene, por ahora, el poder de proyectar su resultado al resto del país. La versión nacional de Macri ha sido, hasta ahora, Ricardo López Murphy (en especial, después de la desgracia en la que cayó quien había sido su otro aliado fuera de Buenos Aires, Jorge Sobisch) y el líder de Recrear no ha logrado replicar el fenómeno del presidente de Boca en el resto del país.



Si esa tendencia se concretase alguna vez, sería posible soñar con una oposición por fuera del mismísimo peronismo, para que el país deje de tener reunidos, en el seno de ese movimiento, que todo lo abarca y todo lo ocupa, el gobierno y la oposición. (mas)

Carlos Mira

http://www.economiaparatodos.com.ar/ver_nota.php?nota=1567

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