Los hombres y pueblos en decadencia viven acordándose de dónde vienen; los hombres geniales y pueblos fuertes solo necesitan saber a dónde van. José Ingenieros

jueves, julio 19, 2007

Chau Negro

Se fúe su larga enfermedad lo premio con una muerte privilegiada. La mejor manera de recordarlo es esta:
Congreso de la Lengua: Fontanarrosa pidió “una amnistía para las malas palabras”

El escritor y humorista argentino destacó además las “condiciones terapéuticas” de estos términos y pidió que los “cuidemos porque los vamos a necesitar”.
El escritor y humorista gráfico Roberto Fontanarrosa dio hoy el toque de color al III Congreso Internacional de la Lengua Española, al reclamar “una amnistía” para "las malas palabras" y pedir que "cuidemos de ellas, integrémoslas al lenguaje, porque las vamos a necesitar".
"Atendamos las condiciones terapéuticas de las malas palabras, que sirven para descargarse. Pido una amnistía para ellas, vivamos una Navidad sin malas palabras, y cuidemos de ellas, porque las vamos a necesitar", concluyó.
"Este es un ámbito más que apropiado para plantearse porqué son malas palabras. ¿Le pegan a las otras palabras? ¿Son de mala calidad y cuando uno las pronuncia se deterioran? ¿Quién las define como malas palabras?", se preguntó el rosarino durante la mesa redonda sobre "Español internacional e internacionalización del español", que se celebró en el Teatro El Círculo.
"Tal vez –afirmó el escritor- sean como esos villanos que al principio eran buenos pero la sociedad los hizo malos. Tal vez, al marginarlas las convertimos en malas. En alguna época se les decía palabrotas, lo cual no deja de ser un reconocimiento. Las malas palabras reflejan una expresividad y una fuerza que difícilmente las haga intrascendentes”.
Para justificar su cuidada improvisación, Fontanarrosa bormeó: “He escrito algo, pero no me alcanzó para que la memoria me dictara que tenía que traer los lentes". Y expresó: "No sé quién define lo que es vulgar y lo que no es vulgar. Pienso que las malas palabras brindan otros matices. Hay palabras de las denominadas malas palabras que son irreemplazables, por sonoridad, por fuerza y por contextura física. No es lo mismo decir que una persona ‘es tonta o sonsa’ que ‘es un pelotudo’”.
Sobre esta palabra, el humorista y escritor se explayó: “El secreto de la palabra pelotudo podría referirse a un utilero de fútbol. El secreto y la fuerza está en la letra ‘t’". Celebrado por las risas aprobadoras del público, dijo que "hay una palabra maravillosa que en otros países está exenta de culpa que es 'carajo'. Tengo entendido que era el lugar donde se colocaba el vigía en lo alto de los mástiles. Amigos mexicanos con los cuales estuve cenando anoche me explicaban que las islas Carajo están en el Océano Indico”.
Fontanarrosa advirtió por otra parte que “hay otra palabra irremplazable que es 'mierda', y el secreto de su contextura física está en la ‘erre’. Los cubanos dicen 'mielda'. Ese es otro de los grandes problemas que ha tenido la revolución cubana, que es la imposibilidad de manifestar fuerza expresiva".
diario Clarin

1 comentario:

Lanchumor dijo...

sE FUE Un groso del humor.

que lastima

slaudos
lancha