El 80% de los jubilados cobran la mínima, al menos la señora presidenta dejo dicho en uno de sus diarios mensajes al darles el premio de $ 200,-- por única vez, no vaya a ser que se ilusionen y piensen que es para siempre.
Sentir vergüenza ajena es algo de lo cual no puedo desprenderme a lo largo de los años.
Sentir que todos los días nos toman por tontos al pagar nuestros impuestos, salir a trabajar, cuidar de nuestros hijos, nietos y padres en la mayoría de los casos, me subleva.
Sentir que somos rehenes de los que todos los días me cortan la calle, los subtes, los trenes.
El último viernes, las calles céntricas eran lo que en mis sueños y pesadillas, llamaría caos, llegaron los extraterrestres, un huracán esta en ciernes, nos invaden, todo era posible a las 18 horas en el centro de la ciudad. Cruzar avenida de Mayo una odisea, los andenes del subte atestados de gente y sin subtes, salir a la calle y caminar cuadras y cuadras en medio de una maraña de autos y colectivos cruzados en las esquinas, hasta llegar a avenida Belgrano donde descansaban tomando mate en reposeras los chóferes de los micros que hasta allí habían llevado a la cantidad de gente que se desplazaba por las calles de mi ciudad en busca de no se que derechos pero los míos y los suyos seguro que no.
Hace muchos años vi una película americana llamada “Días de Furia”, es lo que sentí el viernes 12, furia, desazón, angustia. Puedo caminar, puedo pagar un taxi, puedo pedir que me vengan a buscar, tengo soluciones, pero cuantos ciudadanos no lo tienen, cuantos con niños caminando con ellos en brazos tratando de llegar a sus hogares, donde están los derechos humanos para los dóciles habitantes de este mi país. Hasta cuando tenemos que agradecer $ 200,-- que les dan a nuestros abuelos como si fuera la panacea, repito por “única vez”.
Cuanto de lo prometido se hizo realidad? Como descendimos en la escala de valores, en educación, en igualdad, las distancias son cada vez mas marcadas, los comedores barriales no dan abasto con tantos clientes, donde las mejoras, donde el país emergente?
No entendía mucho cuando una amiga española me hablaba de la España de Franco y me hablo de anarquía, era muy joven y mi Argentina era otra cosa, hoy entiendo perfectamente lo que significa Anarquía, dado que la estoy viviendo. susrey
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